El pasado 16 de octubre tuvimos el placer de pasar una tarde muy agradable y provechosa con Isabel Segundo que impartió un Taller de Animación a la Lectura para adultos, dirigido a clubes de lectura y que es una actividad coordinada por el Centro Andaluz de las Letras, en la que colabora la Biblioteca Pública de Carcabuey.
Isabel es una de las integrantes de la empresa de gestión cultural “MondosaPiens” que básicamente se dedica a proponer y/o organizar actividades de animación a la lectura novedosas y atractivas (los asistentes damos buena cuenta de ello).
En las dos horas que estuvo con nosotros nos conoció un poco, le hablamos sobre nuestro club y, a partir de ahí, nos “fusiló” con propuestas y recomendaciones para la mejora, tanto del club como a nivel personal.
En relación al club nos dijo que una buena manera de darle “vidilla” sería repartiendo responsabilidades entre los miembros. Por ejemplo que alguien se ocupase de la captación de lecturas, anotando todas las recomendaciones que oiga tanto de tu a tu como en televisión, radio, internet, etc.; que hubiera una encargada en investigar la biografía, obra, curiosidades y títulos relacionados con el autor del libro que nos toca leer; que otra persona se encargara de recoger las valoraciones de las lecturas y que se implicaran un poco más en el mantenimiento del blog y en la difusión de nuestras conclusiones (que decía que aunque a nosotros nos parezca que no interesan, en realidad, si lo hacen, por ejemplo a otros clubes o bibliotecas).
Durante toda la sesión Isabel se mostró cercana, explicando claramente todo, contestando a nuestras preguntas y despachando a raudales su pasión por la lectura y por ayudar y mejorar los clubes de lectura.
Personalmente, me encantó la forma de ser de Isabel, sobretodo, por su entusiasmo y dulzura, además tomé nota de todas sus propuestas y de todas sus recomendaciones literarias, y muestra de ello es que ahora, además del libro del club de lectura (“Todo es silencio” de Manuel Rivas), me estoy leyendo uno que nos recomendó. Seguro que os suena, es “Madame Bovary” de Gustave Flaubert, y del que he sacado un fragmento que quiero compartir con todos vosotros para despedirme y para deciros que ya echaba de menos estar por aquí:
“-Qué mejor cosa, en efecto, que estar por la noche al lado del fuego con un libro, mientras el viento bate los cristales y arde la lámpara.
-¿Verdad que sí?-dijo ella fijando en él sus grandes ojos negros bien abiertos.
-No se piensa en nada -proseguía él- , las horas pasan. Uno se pasea inmóvil por países que cree ver, y su pensamiento, enlazándose a la ficción, se recrea en los detalles o sigue el hilo de las aventuras. Se identifica con los personajes; parece que somos nosotros mismos los que palpitamos bajo sus trajes.
-¿Le ha ocurrido alguna vez encontrar en un libro una idea vaga que se ha tenido, alguna imagen oscura que vuelve de lejos, y como la exposición completa de su sentimiento más sutil?
-¡Sí, me ha sucedido!- respondió ella.
-Por eso -dijo él- me gustan sobre todo los poetas. Encuentro que los versos son más tiernos que la prosa, y que consiguen mucho mejor hacer llorar.
-Sin embargo, cansan a la larga -replicó Emma- ; y ahora, al contrario, me gustan las historias que se siguen de un tirón, donde hay miedo. Detesto los héroes vulgares y los sentimientos moderados, como los que se encuentran en la realidad.
-En efecto esas obras que no llegan al corazón, se apartan, me parece, del verdadero fin del arte. Es tan agradable entre los desengaños de la vida poder transportarse con el pensamiento a un mundo de nobles caracteres, afectos puros y cuadros de felicidad.”
(Nota: pero si te lo perdiste y al leer esto te ha dado un poco ganilla de participar en el club y poner en práctica todo lo que hemos aprendido, he de decirte que estás a tiempo, solo tienes que pasar por la Biblioteca).