viernes, 10 de junio de 2011

Última lectura antes de verano

Después de "El desencuentro" nos hemos leído el libro titulado "Mujeres de ojos grandes" de Ángeles Mastretta, una serie de relatos cortos que tienen como protagonistas a una serie de mujeres subyugadas, eclipsadas por hombres, machistas en su mayoría y que quieren hacer valer su posición en la sociedad. No obstante, esas mujeres, de una manera u otra, resultan vencedoras ante la opresión masculina mostrandose más fuertes de lo que se podía suponer y con ganas enormes de vivir y conseguir todos sus objetivos. Ésta es una alusión directa con el título que sugiere la riqueza interior de estas almas femeninas.
Y ahora es el turno de "La plaza del diamante" de Mercè Rodoreda, que será nuestra última lectura antes de verano. Nos reunirémos el 11 de julio, lunes, en la sala de lectura de la Biblioteca, a las 19.00 horas.
Mercè Rodoreda i Gurguí (1908 – 1983), fue una escritora catalana. Está considerada, la escritora de lengua catalana, contemporánea más influyente, tal como lo atestiguan las referencias de otros autores a su obra y la repercusión internacional, con traducciones a cuarenta idiomas diferentes. Su producción abarca todos los géneros literarios; Rodoreda cultivó tanto la poesía como el teatro o el cuento, aunque destaca especialmente en la novela. Póstumamente se descubrió una vertiente más, la pintura, que había quedado en segundo término por la importancia que Rodoreda daba a la propia escritura:
Escribo porque me gusta escribir. Si no me pareciera exagerado diría que escribo para gustarme a mí misma. Si de rebote lo que escribo gusta a los demás, mejor. Quizás es más profundo. Quizás escribo para afirmarme. Para sentir que soy ... Y acabo. He hablado de mí y de cosas esenciales en mi vida, con una cierta falta de medida. Y la desmesura siempre me ha dado mucho miedo.
Mercè Rodoreda, Prólogo Mirall Trencat
La plaza del diamante
Con el trasfondo de la llegada de la República y de la guerra civil, narra la historia de Natalia, una jovén como tantas otras de su época que acepta sin quejarse todo aquello que la vida y su marido le imponen.

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