martes, 18 de diciembre de 2007

El desierto de los tártaros


"El teniente Giovanni Drogo tiene como primer destino una lejana fortaleza que defendía el lugar donde antaño los tártaros atacaban el país y hogaño es un lugar destinado a esperar y a desesperar esperando que algo suceda entre la rigidez de las normas militares y la soledad absoluta y repetitiva de un lugar que está, ya, fuera del mundo. El teniente Drogo tiene la posibilidad de salir de allí, pero decide quedarse esperando el momento de que le lleguen las glorias militares, la lucha, la guerra…"

Éste es el libro que comentaremos el próximo día 15 de enero a las 6 de la tarde en nuestra biblioteca. Su autor, Dino Buzzati nació en el seno de una familia acomodada: su padre, Giulio Cesare, era profesor de Derecho internacional en la Universidad de Pavía y su madre, Alba Mantovani, de origen veneciano, era hermana del escritor Dino Mantovani. Desde muy joven manifestó las que iban a ser las aficiones de toda su vida: escribía, dibujaba, estudiaba violín y piano, además de la pasión por la montaña a la que dedicó su primera novela, "Bárnabo de las montañas (Bàrnabo delle montagne)" (1933). A instancias de su familia, emprendió los estudios de Derecho, pero en 1928, antes de licenciarse, empezó a trabajar de aprendiz en el "Corriere de la Sera", el periódico con el que colaboró durante toda su vida.El éxito obtenido con su primera novela, la ya citada "Bárnabo de las montañas(Bàrnabo delle montagne)", no se repitió con la siguiente "El secreto del Bosque Viejo (Il segreto del Bosco Vecchio)" (1935), que fue acogida con indiferencia. Enviado especial del "Corriere" a Addis Abeba en 1939 y reportero de guerra en 1940 en el crucero Río, ese mismo año publicó el libro con el que alcanzó fama internacional y que es unánimemente considerado como su obra maestra, "El desierto de los tártaros (Il deserto dei Tartari)": en vísperas del conflicto, imaginó la alegoría existencial del teniente Giovanni Drogo, destinado a que su existencia transcurra en una fortaleza perdida, en una época sin precisar, en la inútil espera de un enemigo que no llega (en 1976 Valerio Zurlini la adaptó y realizó una película muy sugestiva). Desde 1936 escribió numerosos relatos para el "Corriere" y otros periódicos, posteriormente recopilados en "Los siete mensajeros y otros relatos (I sette messaggeri)" (1942), "Paura alla Scala"(1949), "Il crollo della Baliverna" (1954), "Sessanta raccontis" (1958, premio Strega), "Esperimento di magia" (1958), "Il colombre" (1966), "Las noches difíciles y otros relatos (Le notti difficili)" (1971). En 1960 salió "El gran retrato (Il grande ritratto)", casi un experimento de novela de ciencia ficción, donde entra en escena el universo femenino, que hasta entonces había explorado muy poco. Tres años después, en "Un amor (Un amore)" relató la historia de Antonio Dorigo, un hombre que encuentra el amor a los cincuenta años: presenta probables rasgos autobiográficos, puesto que a los sesenta Buzzati se casó con Almerina Antoniazzi. Queda por recordar el interés de este autor por la pintura, que se tradujo en obras nacidas de la mezcla entre texto e ilustraciones ("Poema a fumetti", 1969; "I miracoli di Val Morel", 1971). Las atmósferas mágicas, surrealistas, "góticas" de su prosa están impregnadas de un sentido de angustia (piénsese en el justamente celebrado cuento "Sette piani", donde el itinerario a lo largo de la enfermedad está impregnado de un presagio de muerte), desaliento frente a lo inevitable de un destino paradójico e irónico; el placer del lector está garantizado por una escritura rápida, que cautiva, "periodística".

1 comentario:

Rafael Pimentel Luque dijo...

Hola Inma:

A mí me está encantando este libro. Me parece cercano el ambiente militar y de recinto cerrado, esto me recuerda a mi estancia en la academia de Baeza durante ocho meses.

Gracias por tu labor de la cultura y especialmente de la Literatura en Carcabuey.